jueves, 29 de noviembre de 2012

El Hoy.

Te levantas cualquier mañana en los tiempos que corren y periódicos , radio, Internet o lo que se tercie solo habla de recortes. Recortes por aquí, recortes por allá sin más miramientos que los de conseguir llegar en estos momentos a un utópico resurgir económico, siguiendo las órdenes y dictados de un imperio llamado Unión Europea. Proyecto faraónico que, hace aguas por sus cuatro costados, donde sus gerifaltes desde sus mas altos tronos y cuellos con corbatas intentan negar, pero adolece este gigante de tumores irrecuperables, sufre de cáncer de Grecia, de Irlanda, Portugal, Italia y por supuesto de nuestra amada España.
Ya no es la pregunta, ¿cómo recuperarnos?, sino ¿quién será el siguiente que deba hincar la rodilla ante la dama de hierro teutona en busca de limosna?, eso sí pasando por el aro de fuego cual león de un circo, sometiendo al rescatado , convirtiéndolo en mendigo, vagabundo de lo que nos prometieron y vendieron hace ya casi dos décadas como el estado del bienestar. Que, si al final eso del catolicismo fuera mentira, sería esta la mentira más grande de la historia, quedando ejemplos como del de Murdock, o mas cercanamente aquí el de  Forum Filatélico o Banesto como simples anécdotas, contenido del continente.
Es el espíritu de estos días el de impotencia e indignación ante tanta verdad al descubierto, tanto ajuste, reajuste y requeteajuste, tijeretazos que muchas veces se producen en campos y aspectos que jamás hubiera que permitir.
Pero como ocurre con todo, debemos ver el lado positivo, aún estamos aquí no? Y siempre quedará algo en pie, o al menos así debería ser, y es aquí cuando propongo una dupla: los principio y la familia, entendida esta en el más amplio de los sentidos posibles, englobando tanto a amigos y allegados como por supuesto a los consanguíneos.
Ocurre, que los principios en gran cantidad de ocasiones tambalean y cuando de por medio se meten temas sentimentales (que no es el tema)  o económicos (que sí lo es, y tanto!) más. Ya lo dijo el genial Groucho Marx: “si no le gustan mis principios, tengo otros”, así pues, nos queda la familia, que alguno podría pensar esa máxima popular de “cada uno tiene la familia que le toca, no la que  elige”, es cierto en parte, pero no es menos cierto que no seremos tan diferentes y tendremos tantas discrepancias cuando descendemos de un mismo tronco común.
Así pues con estas líneas abogo  porque el comandante en jefe de Occidente, el dinero, no rompa lazos de amistad y sangre construidos sobre la base de los sentimientos, amor y el mas profundo respeto por el prójimo porque ni un billón de billones de euros, ni el mas cruel de los recortes ni pueden ni podrán, comprar o quebrantar un Te Quiero 

2 comentarios:

  1. ...Enhorabuena Fer!!!Me gusta tu primera entrada!!Me meteré de vez en cuando para ver si has actualizado!Un besín!...

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